Abstract
El estudio revela como niñas y niños artesanos se incorporan a los procesos de producción artesanal de sus familias conforme crecen y desarrollan el dominio de su saber-hacer. El trabajo artesanal es altamente valorado por sus familias y comunidad,
al asociarse con la inteligencia, la experiencia, la habilidad, la responsabilidad y la dignidad de hacer un ‘trabajo con el corazón’. Además de ser la fuente de sustento familiar, es la manera de preservar la herencia de sus ancestros y de expresarse artefactualmente. Sus producciones artesanales son testimonios materiales de la forma en que entienden, interpretan e imaginan el mundo.